Intel presenta un chip criogénico de control para sistemas cuánticos

Horse Ridge es capaz de operar a unos 4 grados Kelvin y busca impulsar computadoras que sean comercialmente viables.

Intel quiere que la computación cuántica deje de ser una promesa y se convierta en una realidad, escalando hacia sistemas más grandes y comercialmente viables.

Para ello, ha anunciado la creación de Horse Ridge un chip de control fabricado con tecnología FinFET de 22 nanómetros que ha sido introducido como “el primer chip de control criogénico de su tipo”, con la misión de agilizar el desarrollo de sistemas de computación cuántica. Comparte nombre con una de las regiones más frías de Oregón y es capaz de operar a unos 4 grados Kelvin de temperatura, que son algo más de -269 grados Celsius.

“Si bien se ha puesto mucho énfasis en los qubits en sí mismos, la capacidad para controlar muchos qubits al mismo tiempo había sido un desafío para la industria”, indica Jim Clarke, director de hardware cuántico de Intel, sobre esta innovación. Es decir, había que superar las barreras de las interconexiones y la electrónica de control.

“Intel reconoció que los controles cuánticos eran una pieza esencial del rompecabezas que necesitábamos resolver para poder para desarrollar un sistema cuántico comercial a gran escala. Por eso estamos invirtiendo en la corrección y control de errores cuánticos”, explica.

“Con Horse Ridge”, un SoC integrado capaz de controlar múltiples qubits, que se aleja de la ingeniería plagada de cables, “Intel ha desarrollado un sistema de control escalable que nos permitirá acelerar de forma significativa las pruebas y aprovechar el potencial de la computación cuántica”, destaca Clarke.