Como era de esperar, la organización Authors Guild ha optado por recurrir la decisión de la justicia, que eximia a Google de culpa alguna en las acusaciones de conducta ilegal en el escaneo y digitalización de libros, una práctica que realizan sin contar con el permiso de los dueños del copyright.
El proyecto Google Books se nutre con la digitalización de extractos de libros y su publicación online en un servicio que cuenta con un avanzado buscador.
Desde Google aseguran que su comportamiento con ese servicio, que no paga dinero a los propietarios de los derechos de los libros, se asemeja al de los trailers de las películas, donde tampoco se debe pagar por su emisión.
El pasado noviembre, el juez Denny Chin que instruye el caso dio la razón a Google y rechazó las reclamaciones de los demandantes, alegando que cuando se trata de indexar libros y mostrar pequeños extractos online, es algo similar a lo que sucede con las páginas web en los buscadores.
Ahora, habrá que esperar a la decisión final sobre el recurso, que en caso de ser contrario a los intereses de la Authors Guild, cerrará un proceso que lleva ya ocho años en marcha.
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