La industria de chips ha experimentado una rápida consolidación a medida que las empresas intentan ganar mayor cuota de mercado con el estallido de los dispositivos conectados y los coches autónomos, ya que las ventas en el mercado de smartphones se han ralentizado.
Por su parte, los fabricantes de automóviles están compitiendo para desarrollar la siguiente generación de vehículos, los coches sin conductor, y tratan de evitar una posible amenaza en su industria por parte de las empresas de tecnología.
En este contexto, NXP Semiconductor, el proveedor de chips más grande del mundo para la industria automotriz, espera que los avances en los coches autónomos lleven a una concentración aún mayor en su sector, de acuerdo con Reuters.
“La industria automotriz ha estado impulsando fusiones y adquisiciones y forzará más concentraciones en el mercado de chips. Desde una perspectiva más amplia, también lo harán los objetos conectados a Internet (IoT)”, ha afirmado Kurt Sievers, responsable de Automotive en NXP.
“En los próximos años la cantidad de chips que se utilizarán en los automóviles se duplicará, lo que permitirá la conducción asistida y la incorporación de procesadores que gestionen el consumo de energía”, ha explicado el directivo.
La semana pasada, NXP acordó su adquisición por Qualcomm por unos 38.000 millones de dólares, menos de un año después dehaberse convertido en el mayor fabricante de chips para coches tras comprar Freescale.
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