La inteligencia artificial es la electricidad del siglo XXI

Su potencial es especialmente significativo para automatizar trabajos realizados por el ser humano, tal y como destaca Colt.

La tecnología permite avanzar a las empresas hacia nuevas metas. Una de las innovaciones que está impulsando cambios notables durante los últimos años es la inteligencia artificial, cuya adopción se ha visto impulsada durante la pandemia para potenciar la eficiencia operativa y ahorrar dinero.

Esto equipara su valor en pleno siglo XXI al de la electricidad a comienzos del siglo pasado. Su potencial es especialmente significativo para automatizar trabajos tradicionalmente realizados por las personas.

Joan Monrabá, director general de Colt Technology Services en España, opina que la inteligencia artificial será “clave en el éxito empresarial” en el futuro y en el desarrollo de los servicios de red. La intervención humana está sujeta a fallos y es demasiado lenta como para permitir reacciones inmediatas a los requisitos de los negocios, como el incremento del ancho de banda en un momento dato o la actuación contra ciberataques y fallos de la estructura física.

“La alta velocidad de reacción será necesaria porque los procesos sostenidos por la infraestructura así lo requieren: por ejemplo, la conducción autónoma o las máquinas operativas en los hospitales”, señala Monrabá. “Sólo la inteligencia artificial puede proporcionar esta automatización. Por tanto, el sector de las telecomunicaciones está bien asesorado para invertir en este campo”.

La inteligencia artificial puede recopilar grandes cantidades de datos sobre las redes y aportar conocimiento basado en históricos de información al sector telco. También es capaz de identificar patrones y aprender con el paso del tiempo, aplicando los ajustes necesarios.

“Ayudará a detectar, recopilar y analizar conexiones de todas las partes de un entorno empresarial (por ejemplo, enrutadores, conmutadores, dispositivos de optimización WAN). Después, proporcionará información en tiempo real sobre el rendimiento de la red, para que las empresas puedan detectar los problemas más rápido que nunca”, explica Monrabá, “reduciendo o eliminando las interrupciones de servicio al solucionar automáticamente los fallos en cuanto se producen“.

De ahí que Colt determine que el uso de inteligencia artificial para optimizar la red se va a acabar convirtiendo en un criterio de selección básico para las organizaciones a la hora de contratar a un proveedor de servicios.