Las compras sociales también tienen un lado oscuro. Se llama ahogar a las pymes. Las pequeñas empresas se encuentran a veces en problemas para afrontar la avalancha de compradores y no saben rentabilizar el flujo de visitantes. O no pueden. Es lo que le ha pasado a una pequeña óptica bretona que se declara víctima de Groupon.
La noticia ha causado un ligero escándalo en Francia y ha empañado el aterrizaje de la firma al otro lado de los Pirineos. La óptica ha denunciado ya a Groupon por estafa, según recoge ITespresso.
La trama ha causado incontables problemas a Dalby Optique, una pequeña óptica de Nantes. El acuerdo firmado con Groupon, según la óptica, implicaba unas condiciones para el canje que Groupon no respetó: ellos ofrecían descuentos en cristales progresivos… y Groupon abrió la oferta a cualquier tipo de gafa. La óptica se vio desbordada e incapaz de responder a la demanda.
La oferta ha sido anulada y el dinero reembolsado, con bastantes quebraderos de cabeza para Dalby Optique. Y Groupon Francia ya tiene su primera demanda. Por estafa, nada menos.
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