La UE amenaza los derechos comerciales de las chinas Huawei y ZTE

El año pasado un informe interno de la UE recomendó al bloque de los 27 estados miembros tomar medidas contra los fabricantes de equipos de telecomunicaciones de China por su creciente dominio de las redes móviles como una amenaza a la seguridad en la región y a las propias empresas competidoras locales.

Ahora, la Comisión Europea tiene previsto enviar una advertencia formal a China sobre los derechos comerciales de los fabricantes de equipos de telecomunicaciones Huawei y ZTE.

La recepción de subvenciones ilegales es el motivo de este toque de atención desde Bruselas, según han declarado fuentes familiarizadas con el asunto y que recoge Reuters.

El responsable de Comercio de la UE, Karel De Gucht, está a punto de ganar el apoyo del ejecutivo del bloque para dirigirse al nuevo presidente de China, Xi Jinping, y mostrar que Bruselas se toma en serio la lucha contra las ayudas estatales.

“Queremos dar el aviso a los chinos, a través de esta carta de intenciones, de que si no cambian sus prácticas habrá sanciones“, ha declarado una de las fuentes citada por Reuters, que ha añadido que De Gucht cuenta con todo el apoyo del Presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

Huawei, el segundo mayor fabricante de equipos de telecomunicaciones del mundo por detrás de la sueca Ericsson, y ZTE, el quinto mayor proveedor, han asegurado que sus operaciones cumplen con las normas del comercio internacional.

La decisión de la UE supone una intensificación de los esfuerzos para protegerse de lo que Bruselas dice ser el ‘dumping’ de China, el segundo mayor socio comercial de la eurozona.

De acuerdo a la información de Reuters, a partir de junio la Comisión también va a imponer aranceles a los paneles solares de China por valor de miles de millones de dólares.

Huawei hace menos de una década era un poco conocida en el mercado de equipos de telecomunicaciones, pero ahora, junto a su rival más pequeño ZTE, posee casi una cuarta parte del mercado europeo.

La Comisión Europea ha afirmado que esto plantea un riesgo para la seguridad, ya que las industrias europeas, desde la salud a los servicios públicos de agua, son cada vez más dependientes de la tecnología inalámbrica china, más barata.