Aunque solo lleva una semana disponible, la bandeja de entrada del correo electrónico de Dear-God está a rebosar. Algunos de los correos dicen cosas como: “Querido dios, ¿podrías darme un nuevo novio, por favor? El último era un cochino, de verdad, y podría haberse rasurado un poco las patillas…Por favor, haz que se lave y envíamelo a mi tienda”.
Otros mensajes son más serios y piden solución a problemas como la depresión, la homosexualidad o la falta de fe. Tras ella está Bill Tikos, un emprendedor de Sydney que cuenta ya con otras páginas también famosas entre los australianos. Con Dear-god.net, Tikos ha conseguido atraer a 63.000 personas en sólo una semana.
Sin embargo, Dear-god no es sino un ejemplo más de la popularidad que está adquiriendo la religiosidad en Internet. La Iglesia Católica, por ejemplo, lanzó este mes Faithtrip.net, una especie de red social para aquellos jóvenes “que buscan respuestas”. Otro ejemplo es godtube.com o sitios que envían podcasts con sermones al iPod o mensajes de texto con los versos de la Biblia del día.
Y es que sin duda, Internet, como Dios, es omnipresente.
vINQulos
Sydney Morning Herald
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