Según se desprende de la investigación llevada a cabo por Gemalto, en el primer semestre de 2017 se sustrajeron más registros de datos que en el conjunto de 2016.
En concreto entre enero y junio se produjo la sustracción de 1,9 millones de registros de datos, lo que supone un incremento del 164 por ciento frente a los 1,4 millones de todo el año pasado.
En lo que respecta al tipo de actividades ilícitas más común en ese apartado, la número uno es el robo de identidad, que estuvo presente en el 74 por ciento de las brechas de datos en el primer semestre de este año, una cifra que equivale a un peligroso avance del 255 por ciento en esa práctica.
El estudio también muestra que en las empresas europeas se produjeron 49 brechas de datos, un número que implica un descenso del 35 por ciento frente al anterior semestre.
Asimismo, en Gemalto aseguran que a pesar de que América del Norte es la región geográfica donde se hacen públicas mayor número de brechas de datos, la llegada de la nueva ley de protección de datos (GPDR) a la Unión Europea en 2018 cambiará esa tendencia.
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