Sí, porque el Galaxy Note 4 tendrá una versión con SoC Qualcomm Snapdragon 805 (SM-N910S) y otra con SoC propio de Samsung (SM-910C), un Exynos 5433 de ocho núcleos con arquitectura big.LITTLE que aúna un conjunto tetranuclear Cortex A57 y otro A53.
La potencia de estos SoCs está asegurada, sobre todo en el entorno gráfico, ya que el primero dispone de un Adreno 420 y el segundo de un Mali T760, haciéndolo uno de los smartphones más potentes que podamos ver en los próximos meses.
El SoC, y por tanto su capacidad LTE-A y su disponibilidad según el páis, serán los únicos cambios entre ambas opciones, al menos según lo que indican el resto de especificaciones. Las dos tendrán una pantalla QHD, cámara trasera de 16MP y frontal de 3,68MP, así como 3GB de RAM y 32GB de memoria interna.
Por supuesto, todos los Note 4 contarán con la última versión de Android, 4.4.3, y su conocido stylus sensible a la presión. Su llegada está planificada para principios de otoño, puede que antes, aunque habrá que esperar al IFA para confirmarlo.
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