El CIO debe tener un papel importante en el desarrollo del plan de reestructuración y no importarle empezar “desde cero” sus planes, afrontando reducciones de plantilla e inesperadas adquisiciones o reducciones de la inversión, por lo que su gestión del riesgo debe ser mayor.
2. Rapidez. En definitiva, la decisión sobre una reestructuración le corresponde al CEO de la compañía, pero el CIO debe ser sobre todo rápido en la ejecución. Es fundamental su tarea para minimizar los impactos negativos que la situación tendrá sobre la empresa si se da lugar a la rumorología, al descontento de la plantilla… Puede que la reestructuración no sea inmediata, pero el CIO debe tener preparado un “equipo de respuesta” para acometerla eficaz y rápidamente cuando sea necesario, llevando a cabo los ajustes económicos oportunos.
3. Mantener la confianza. En situaciones económicas complejas es más complicado mantener la confianza, pero a pesar de las incógnicas, el CIO debe esforzarse por mantener la transparencia para que no se pierda la confianza en la compañía, en todos los niveles. La confianza es un elemento intangible en toda empresa, pero es fundamental para garantizar las transacciones comerciales.
4. Saber adaptarse. Hasta hace unos meses, la globalización parecía la panacea. Sin embargo, ahora el entorno económico es inestable y es precisamente esa universalidad la que provoca que las diferencias entre unos mercados y otros se vean más. Los CIO deben asegurarse que sus operaciones TI están preparadas para afrontar entornos cambiantes. Ser flexible es fundamental.
5. Nuevo marco regulatorio. La situación de recesión puede dar lugar a que desde las Administraciones se tomen medidas fiscales o regulatorias. El CIO debe estar preparado para que su negocio no se vea afectado por esas nuevas medidas que pueden llegar, por lo que debe estar atento a las políticas fiscales y preparado para cualquier eventualidad.
6. Mirar hacia la Administración. Para reactivar sus propias economías, son muchos los gobiernos que en lugar de invertir en otros mercados, están destinadndo grandes partidas de dinero a sus propios sistemas económicos. Ante esto, los CIO -sobre todo aquellos que nunca han ‘vendido’ a la administración pública- deberían pensar en participar más activamente en licitaciones y contratos gubernamentales. La Administración puede ser un cliente más, y muy importante.
7. No olvidar el ‘Green IT’. Aunque las prioridades ahora pasan por otros derroteros, como es salvar la situación económica, tampoco se puede olvidar la llamada ‘Green IT’. No será prioridad para 2009, pero el CIO tiene que tener muy presente cómo puede mejorar la sostenibilidad del medio ambiente su empresa y, a la vez, reducir costes considerablemente. Las operaciones de TI son posiblemente las que más impactan contra el medio ambiente, y el CIO deberá tomar cada vez más la iniciativa en estas cuestiones.