El sistema funciona conectando un adaptador (del tamaño de una caja de zapatos) al coche. Luego, te tienes que acercar bastante a la estación de carga, aproximadamente 5 centímetros. (Ya lo sé, no es mucho, a mi también me hubiera gustado cargar el coche desde China, pero no podrá ser). La estación de carga podría estar situada en el suelo de tu garaje, pero tendrías que tener precisión robótica para situar el coche en el lugar correcto, en el que la energía invisible fluye.
Esta energía, básicamente, pasa de una mitad de un transformador, que estaría situado en el suelo, a la otra mitad, que estaría situado en el adaptador del coche.
El problema es que no es un sistema del todo efectivo. Actualmente, tiene un 80% de eficiencia, y podrá incrementarse hasta un 90%, cuando salga al mercado, en abril del 2011.
Recapitulemos: pierdes energía, tienes que dejarlo en el lugar exacto, comprar un adaptador para el coche, ganas 5 míseros centímetros. Pero oye, ¡no tiene cables! [AutoBlog vía Fast Company]
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