Lo que podría parecer una operación altruista no es en realidad sino una forma de perfeccionar las técnicas de ciberrobo. Según Javier Santoyo, director de Symantec, la donación de dinero con tarjetas robadas permite a los ladrones saber si los números de identificación son válidos antes de decidirse a venderlas.
Las tarjetas sin verificar se venden a 6 dólares mientras que las verificadas pueden llegar a valer 18 dólares, explica Santoyo. “Incluso los sinvergüenzas quieren asegurarse de la veracidad de lo que les venden otros sinvergüenzas”.
Los métodos de verificación se han hecho muy populares porque los softwares de monitorización de las compañías de crédito no suelen revisar las donaciones, según Symantec. La representante de Cruz Roja en Estados Unidos, Carrie Martin, explica: “Esto nos ocurre muy a menudo. Tenemos gente en nuestra organización que se encarga de manejar este tipo de situaciones”.
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