Las empresas de tecnología y los fabricantes de automóviles se están esforzando por adaptarse a un paisaje cambiante en la industria automotriz, ya que los consumidores utilizan cada vez más teléfonos inteligentes para alquilar vehículos, en lugar de comprar coches.
Mercedes-Benz Daimler y Bosch se han unido para desarrollar coches autodirigidos en una alianza destinada a acelerar la producción de “robo-taxis”, tal y cimo recoge Reuters.
“El principal objetivo del proyecto es lograr el desarrollo de un sistema de conducción que permita a los automóviles conducir de forma totalmente autónoma en la ciudad”, se ha afirmado desde Daimler. Los términos financieros del acuerdo no se han dado a conocer ni tampoco el reparto entre las dos compañías alemanas.
La alianza no solo marca el final de los esfuerzos de Daimler por desarrollar un coche autónomo por su cuenta, sino que mueve las ambiciones de la industria automotriz más allá del simple desarrollo de prototipos de vehículos hacia la producción a escala industrial de automóviles autodirigidos.
El pacto entre el fabricante más grande del mundo de coches premium y el proveedor de automóviles más grande del mundo forma un poderoso contrapeso a los nuevos jugadores de la industria automotriz, como las firmas Uber y Didi, que también están trabajando en automóviles autodirigidos.
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