Microsoft App Virtualization 4.5

La herramienta de virtualización de Microsoft, tiene mucho que ofrecer a las empresas, pero el producto llega con problemas de empaquetado e instalación que hay que resolver para ser utilizado con eficacia.

App-V 4.5 puede utilizar el servidor de gestión o el de streaming para distribuir las aplicaciones secuenciadas a los sistemas del usuario final, pero también ha sido diseñado para integrar las herramientas de distribución y gestión del software Microsoft System Center. Para las empresas que utilizan System Center Operations Manager, existe un paquete de gestión que monitoriza específicamente al servidor de gestión de App-V. El paquete de gestión revisa la salud del sistema y envía una señal cuando detecta que existe algún problema en el directorio de contenidos (donde las aplicaciones empaquetadas se almacenan), en los certificados de seguridad que se utilizan para proteger la comunicación entre los servidores App-V y los clientes, o en la gestión de peticiones del cliente.

Al ver la enrevesada documentación –y no sabemos si dar a los manuales de instalación ese nombre- pensamos que tendriamos que recurrir a una consulta telefónica en la primera instalación. La guía está escrita en ese estilo farragoso tan típico de Microsoft con frases como “antes de hacer esto, necesitas hacer X, Y y Z”, en vez de decir que hay que hacer X, Y y Z como parte del proceso de instalación.

Sin embargo, después de conseguir descifrar los documentos, la primera cosa que descubrimos fue que App-V 4.5 ha apostado por la flexibilidad y la instalación a gran escala. El secuenciador App-V captura no sólo las configuraciones de archivo y registro que ya habiamos visto en otras pruebas de producto como en la de ThinApp, de VMware, sino que también permite mantener muchas preferencias del usuario final. Por ejemplo, secuenciamos un par de versiones del navegador Firefox de Mozilla y fuimos capaces de abrir la aplicación sin molestar a los usuarios finales con la importación de configuraciones desde Internet Explorer. Para ello bastó con decir “no” durante la secuencia.

El secuenciador App-V ofrece un acceso detallado a una variedad de configuraciones y debería satisfacer incluso al técnico más exigente. Las configuraciones de registro y archivo pueden editarse a mano por lo que es bastante probable que los paquetes de la aplicación se adapten perfectamente a los sistemas del usuario final. Además, existe mucho sitio para comentarios en el archivo del paquete, lo que sin duda será de mucha ayuda para los técnicos que en un futuro necesiten hacer cambios.

App-V nos permitió crear paquetes de aplicaciones secuenciadas, pero necesitamos un cliente en los sistemas de usuario final para poder recoger el paquete en el escritorio apropiado. En primer lugar, no somos muy partidarios de los agentes de escritorio, pero este es uno de los aspectos que los directores TIC tendrán que aceptar si quieren utilizar App-V en su empresa. El agente gestiona el entorno virtual en el sistema del usuario final, que es donde las aplicaciones virtualizadas funcionan.