Según se ha revelado en varios documentos judiciales, Microsoft ha acusado a Samsung de negarse a pagar 6,9 millones de dólares de intereses correspondientes a un pago tardío de royalties de 1.000 millones de dólares.
Desde Samsung se niegan a pagar a Microsoft, aduciendo que la adquisición de Nokia invalidó el contrato, explican en ITProPortal.
En cambio, en la compañía de Redmond aseguran que la negación de la empresa surcoreana a pagar los intereses por el pago tardío de los royalties incumple el contrato firmado entre ambas.
La batalla legal se une a las numerosas batallas judiciales en las que han estado inmersos que han sufrido Microsoft y Samsung en el pasado.
En cualquier caso, al margen de esta última disputa, David Howard, responsable de la asesoría jurídica de Microsoft, ha señalado que las dos firmas continuarán con su acuerdo en materia de patentes.
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