Lo cierto es que estamos ante un teléfono bastante modesto en cuanto a prestaciones, ya que carece de funciones como Wi-Fi o GPS o pantalla táctil, pero al no tratarse de un smartphone es normal que se prescinda de ellas.
El diseño sigue siendo tipo concha como su antecesor, el peso de 105 gramos y la pantalla es WQVGA de 2,4 pulgadas y ofrece una resolución de 400 x 240 píxeles.
Para la memoria interna se han decantado por 50MB internos, pero se incluye un ranura que permite aumentar su capacidad en 16GB con tarjetas microSD.
En lo que respecta a la cámara, cuenta con 2MP de resolución enfoque fijo y zoom digital, y para los vídeos permite grabar con calidad de 12FPS.
El aspecto de la conectividad está compuesto por USB 2.0, Bluetooth 2.1+EDR y también se incluye un completo navegador HTML para funcionar en internet.
De momento, el móvil ya se ha puesto a la venta en Alemania a un precio de 99 euros, y es de esperar que llegue pronto a otros mercados.
¿Crees que todavía tienen futuro este tipo de móviles con funciones básicas?
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