Esta semana Microsoft presentó a bombo y platillo Windows Phone 8, la nueva versión de su sistema operativo móvil, pero las buenas noticias tenían también un reverso negativo: ningún smartphone que esté actualmente en el mercado podrá actualizarse a WP8. Eso deja, por ejemplo, a muchos usuarios de Lumias de Nokia enfadados. ¿Tienen razón para estarlo? Los finlandeses opinan que no.
Según afirmó Kevin Shields, vicepresidente senior de Programa y Gestión de Producto, la compañía está haciendo “más que suficiente” por los usuarios de Lumia. Para Shields, “el consumidor típico probablemente no tenga ni idea de lo de la actualización”, por lo que duda que vaya a haber usuarios de Lumia enfadados por no poder acceder a WP8.
“Definitivamente creo que con productos como el Lumia 900”, al comprar el producto “obtienen un gran valor y obtienen una gran oferta que va a tener una larga vida de innovación”, explicó Shields.
La pequeña desventaja es la que podría ocurrir si de pronto todos los desarrolladores decidieran volcarse en WP8, especialmente al compartir núcleo con Windows 8, y dejasen a Windows Phone 7 (o su actualización Windows Phone 7.8) huérfana de aplicaciones.
Otra de los efectos que la noticia podría tener también para Nokia es que los usuarios dejen de comprar el Lumia 900 al conocer la noticia. Según explicó Shields a The Verge, él todavía se siente “realmente bien” recomendando el producto. Lo que no se sabe es si los usuarios se lo tomarán también así.
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