En el mes de julio, el Ministerio planteó al sector una consulta pública para lograr el salto tecnológico a la próxima generación de telefonía móvil mediante la apertura de una nueva banda de frecuencias que se ofertarían bajo licencias a las distintas operadoras.
Cierto es que no se llego a indicar una fecha concreta, pero las relativas prisas forzando a las operadoras a responder a la consulta antes de finalizar septiembre de 2008, indicaban que el proceso podría estar en marcha en este primer trimestre.
Ahora, parece que ya no hay ninguna prisa y el gobierno no quiere repetir el fiasco del UMTS, con servicios que comenzaron a funcionar hasta seis años después de concedidas las licencias. Por ello y como vaticinaron los expertos, el proyecto se va a retrasar incluso hasta la próxima legislatura. Ni hay presiones de las operadoras, ni del consumidor, ni la tecnología está disponible, por lo que el 4G tendrá que esperar a mejor ocasión.
Únicamente, la promesa del gobierno estatal (acuerdo con el PNV) de conceder una licencia autonómica al territorio del País Vasco, podría adelantar el proceso, dependiendo del resultado electoral de las próximas elecciones vascas, dicen en CincoDías.com
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