Lo dicen ubergurús tecnológicos como Walter Mossberg (Wall Street Journal) o David Pogue (New York Times), que opinan que el iPhone 3G es una buena evolución del teléfono móvil de Apple de primera generación, pero que no aporta tampoco grandes características revolucionarias.
De modo que a no ser que no tuvieras ya un iPhone de primera generación, comprar este nuevo modelo no es tan buena idea. La revolución, dicen – y ya lo comenté yo largo y tendido en mi otro blog– es el software que vendrá, y eso estará accesible a todos los usuarios del iPhone (primera o segunda generación) gracias a una actualización gratuita del firmware.
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