Nina Tolstrup ha decidido simplificar al máximo el despertador y le ha quitado hasta los botones. Sencillamente, si lo apoyas en uno de sus lados activas la alarma y si lo mueves al otro, la desactivas. Vamos, que ni es un posible juguete sexual, ni hay que meterle huevos, ni darle guantazos, ni perseguirle por la habitación. En definitiva, un despertador de los que a mí me gustan: de los que no despiertan.
Página de producto [vía Uncrate]
La transformación digital se encuentra en pleno auge, un fenómeno que plantea profundos cambios en…
Las transacciones de pago instantáneo crecerán un 161% en el próximo lustro, superando los 58…
POWERBIM ha logrado destacarse a nivel mundial gracias a su enfoque tecnológico y su visión…
Este nuevo Software Hub de Renault nace con el objetivo de liderar la revolución del…
La compañía en la que se enmarca Google ha publicado los resultados financieros de su…
Alcanzó los 61.900 millones de dólares, de los que 35.100 millones corresponden a Microsoft Cloud.