La impresora 3D Ormerod deja de lado todas las complicaciones de montajes y calibraciones que resultaban de usar varillas roscadas y crear una estructura con ellas, para acudir a perfiles de aluminio, más caros pero que permiten un montaje muchísimo más sencillo y una gran estabilidad. También utilizan piezas cortadas en láser junto con otras impresas en 3D, por lo que la replicabilidad disminuye a costa de simplificar el proceso.
El resultado es una impresora 3D que ocupan mucho menos, pero que tiene un volumen de impresión mayor: 20 x 20 x 20 cm. Además se ha simplificado el cableado, ya que utiliza un sistema en el que no tendremos que cortar ni soldar nada, con tubos que mantienen todos los cables juntos y con un mayor orden.
La Ormerod también pesa menos, cuenta con un transformador más pequeño, un soporte para bobinas y una placa electrónica nueva, la Duet, que integra los drivers para los motores paso a paso, USB, microSD y Ethernet. Además con una placa de expansión se le pueden añadir 4 extrusores más, por lo que puede llegar a funcionar con 5 materiales distintos simultáneamente.
Ormerod sigue disponiendo de transmisión en X e Y con correa dentada y en Z con varilla roscada, de bandeja calentada y ventiladores de refrigeración, por lo que puede usarse con todo tipo de materiales. Por ahora RS Components son los encargados de fabricarla y ponerla a la venta, con una primera edición de 500 unidades.
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