Se trata de una aplicación para Android e iOS, junto a otra aplicación para Windows. Con ambas, y a través de una conexión Wi-Fi, nos encontramos con que podemos convertir nuestro smartphone en un mando alternativos muy completo.
La gran ventaja del sistema es que cuenta con una base de datos que combina contenido oficial y creado por los usuarios, lleno de interfaces pensadas específicamente para juegos concretos o para realizar todo tipo de tareas. Además entre sus controles está compartir la pantalla, para tener una pequeña pantalla secundaria, e incluso para tener vistas o información adicional.
Todo ello es gracias a la SDK de ROCCAT que está disponible tanto para las grandes desarrolladoras como los usuarios, lo que permitirá generar interfaces avanzados que hasta ahora no eran posible si no se creaban con aplicaciones personalizadas únicamente para un juego o programa concreto.
Una idea genial que por ahora es gratuita y que no requiere hardware adicional de ROCCAT, aunque a lo largo de estos meses irán surgiendo periféricos especiales para sacar aún más partido de este sistema.
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