Después de cerrar un año 2016 muy convulso por la crisis del Galaxy Note 7, Samsung confía en remontar el vuelo con sus nuevos terminales Galaxy S8 y S8+, que han visto la luz hoy en Nueva York.
El primero de ellos tiene un tamaño de 5,8 pulgadas y el segundo de 6,2 pulgadas, ofreciendo en ambos casos pantallas curvas que eliminan prácticamente todos los bordes, de forma que su superficie se ve más aprovechada.
Sin duda uno de los puntos fuertes de los terminales es la presencia de Bixby, el nuevo asistente de inteligencia artificial desarrollado por Samsung, que permite realizar algunas tareas a través de reconocimiento de voz.
Además, pensando en la seguridad, se ha implantado una nueva aplicación de reconocimiento facial que permite desbloquear el teléfono mediante la mirada, exponen en Reuters.
Los planes previstos por Samsung mencionan que se pondrá a la venta el próximo 21 de abril, una fecha que le permitirá adelantarse al nuevo iPhone, que en su edición 10º Aniversario se espera que aporte importantes cambios en el diseño, incluyendo pantallas curvas.
Por otra parte, la llega del Galaxy S8 y S8+ también supone una prueba de fuego para Samsung, ya que la compañía necesita recuperar la confianza de los clientes tras la retirada del Galaxy Note 7 del mercado.
En ese sentido, todo apunta a que las ventas iniciales de los nuevos terminales estrellas de Samsung serán discretas, ya que algunos consumidores esperarán a comprobar que están libres de fallos.
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