La principal productora de asesinas cyborg ninja del mundo, Samsung, acaba de desvelar un producto que tenía guardado en el más secreto de sus búnkers submarinos cerca de la isla de Yeongjong. De hecho, tan secreto que parece que se lo olvidaron ahí, a finales de los 90, en un cajón: el Samsung SGH-C140 es un teléfono móvil que, inexplicablemente, sólo hace llamadas telefónicas en vez de hacer todo tipo de cosas absurdas innecesarias. Ni pantalla táctil multipunto, ni Wi-Fi, ni Wiimando, ni ninguna de esas chorradas. Por no traer, no trae siquiera ni una asesina ninja de garrafón para mostrarlo. Tiene una pantalla de 128 x 128 puntos y 65.000 colores, tonos polifónicos, 3 horas de batería en conversación, una agenda capaz de almacenar 500 contactos y la forma perfecta para lanzarlo como si fuera una piedra de 44 euros a cualquiera que se acerque con mala leche.
Samsung SGH-C140 [Unwired View]
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