SCO asegura que Linux ha robado el código de su siempre popular Unix. Cuando SCO no se dedica a demandar a IBM, Novell y otras compañías que utilizan Linux, se ve a sí misma como una compañía fabricante de software y herramientas para el desarrollo de aplicaciones móviles. Según sus últimos resultados financieros, las ventas de la empresa se redujeron debido a la presión de la competencia.
SCO dice que las ventas han caído un 21 por ciento en el último año. Las licencias para los sistemas operativos Unix OpenServer y UnixWare cayeron también un 22 por ciento.
El número de clientes que compra licencias para protegerse de ser demandados si SCO gana el caso Unix-Linux se ha reducido a unos 31.000 dólares. Esto parece indicar que las empresas creen que SCO perderá el proceso cuando finalmente se lleve a juicio en febrero.
Por supuesto, si SCO gana, las ganancias serán espectaculares.
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