Spansion ha patinado también en Estados Unidos. Después de que la empresa declarara en bancarrota su filial en Japón el pasado mes de febrero, la firma no ha resistido las pérdidas y acaba de declararse en quiebra en su país de origen.
De esta forma el fabricante de memoria chips intenta cubrir su deuda después de fallar en el pago de unos intereses de 266 millones de dólares (211millones de euros) en bonos.
Según el Capítulo 11 firmado ayer en Tribunal de Quiebras de Wilmington, Delaware, la deuda de Spansion ascendería a 2.400 millones de dólares (1.906 millones de euros) y sus activos a 3.800 millones de dólares (unos 3.016 millones de euros) al final del Q3 de 2008.
La empresa continúa buscando nuevas estrategias más productivas y operaciones que tengan potencial para generar beneficio, según han afirmado desde la compañía, como recoge Bloomberg.
En esta línea Spansion ya ha llevado a cabo diversas medidas para intentar cubrir sus deudas, como el anuncio hace una semana de la reducción de su plantilla en un 35%, o lo que es lo mismo los despidos de unos 3.000 trabajadores en Japón tras acogerse a la Ley de Reorganización nipona.
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Además, la compañía dejó atrás las pérdidas durante el primer trimestre de 2024.