A través del Toyota Research Institute (TRI), situado en Silicon Valley, Toyota centra sus esfuerzos en investigación y desarrollo, que últimamente se interesan especialmente en la inteligencia artificial, la robótica y, por supuesto, los coches autónomos.
El fabricante nipón tiene una relación especial con la Universidad de Michigan, uno de los principales centros en EEUU dedicados a la inteligencia artificial y a la investigación en tecnologías de automoción. Este mismo abril, Toyota abrió su tercer centro de investigación en el campus de la universidad, y ha trabajado estrechamente con ella en el desarrollo de coches conectados y tecnologías de seguridad avanzadas para la industria del automóvil.
Además de esto, Toyota es también miembro fundador del Mobility Transformation Center de la Universidad de Michigan, un centro multidisciplinar en el que colaboran varios departamentos de la universidad y dedicado al desarrollo de vehículos autónomos y conectados.
El TRI aportará ahora también 22 millones de dólares en becas durante cuatro años, destinados a la investigación en inteligencia artificial, como ya ha hecho en otros centros de Stanford y Cambridge. Las becas no irán únicamente destinadas a los coches, también a la robótica, la movilidad en interiores, el aprendizaje de los estudiantes y la diversidad.
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