El último ejemplo de la tensión entre Silicon Valley y el gobierno de EEUU en materia de terrorismo y privacidad es que Twitter ha cortado el acceso a las agencias de inteligencia a su servicio de medición de tweets, tal y como recoge The Wall Street Journal.
La iniciativa, que no ha sido anunciada públicamente, la ha dado a conocer un alto funcionario de inteligencia. El servicio de analítica, que envía alertas de tweets sobre temáticas relacionadas con el despliegue de ataques terroristas, disturbios políticos y otros eventos, no lo proporciona directamente Twitter sino la compañía Dataminr.
La red de microblogging es propietaria de una participación del 5% en Dataminr, la única empresa que autoriza el acceso a la totalidad del flujo de tweets públicos en tiempo real y los vende a los clientes.
Los directivos de la empresa han notificado recientemente a las agencias de inteligencia que Twitter no quiere que continúe dando su servicio a estos organismos ante la preocupación de la red social por parecer estar demasiado cerca de los servicios de inteligencia estadounidenses.
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