Sí, parece absurdo, pero si ya hemos visto ladrones que entran en casas ajenas para ponerse a vivir en ellas un tiempo, llegando a comer y hasta quedarse dormidos cuando los propietarios llegan a casa. Lo de Nicholas Steven Wig, Nick Dub en Facebook, es un paso más allá.
Es de suponer que si alguien comprueba que entrar en una casa es tan sencillo como romper un cristal de una ventana, al menos uno debería contenerse para no dejar pruebas por todos lados. Lo curioso además, es que durante el tiempo que estuvo en la casa, no sólo visitó su Facebook (raro es que no colgara en Instagram fotos del cristal roto o haciéndose un selfie con los bienes robados) sino que también se cambió de ropa y se llevó básicamente cosas que no pesaran: dinero, tarjetas de crédito, un reloj… con la desfachatez de encima dejar sus viejas ropas en la casa, lo mismo pensó que era un trueque justo.
El caso es que cuando el propietario de la casa vio un cristal roto y que le faltaban cosas, no pudo creerse que tuviera su perfil de Facebook. Cuando la policía lo encontró, llevaba además del reloj, tarjetas y ropa, las llaves del coche de la víctima y su iPod Shuffle. Que crack…
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