El batería exige el pago de casi un millón de dólares en concepto de royalties por seis canciones que compuso personalmente y que nunca dio permiso para que estas fuesen distribuidas por otro medio que no fuese físico, pese a desvincularse de la banda nueve años antes de que esta se disolviese por desavenencias con el resto de miembros.
Según su abogado, “Richie nunca consiguió el reconocimiento creativo, y tampoco económico, por ser un apoyo fundamental para los Ramones durante su periodo probablemente menos visible”.
Richie Reinhardt -su nombre real- fue batería de la banda neoyorquina durante cuatro años, mientras suplía la vacante de Marky Ramone -con problemas de alcoholismo-, y como suele pasar en estos casos, el número de ventas que sigue teniendo una banda como The Ramones es un bocado suculento para un músico que cumplió hace poco los 50 años, y la excusa de la distribución por Internet parece la brecha idónea para captar algo
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