Veto a las centrales eléctricas de carbón

Los grandes objetivos para reducir los gases que atrapan el calor ambiental poniendo límites a las empresas energéticas y a los grandes grupos industriales, “son inútiles” mientras Estados Unidos continúe construyendo centrales eléctricas que funcionan con carbón. “Parece que hacen algo fijando un objetivo, pero a menos que lo respalden con acciones reales no es muy significativo”, indica Hansen.

“La polución de las nuevas plantas de carbón hará casi imposible evitar los peores efectos del cambio climático como riadas y sequías”, añade. Ya en 1981 Hansen advirtió la rápida subida de la temperatura del planeta por estas emisiones, abogando por políticas conservacionistas y el uso de energías renovables como la eólica.

El debate de junio en el senado estadounidense podría poner límites a la emisión de dióxido de carbono en el país que lidera el ranking mundial de los más contaminantes, acumulando el 25% del total de emisiones. Un país que como vemos de la mano de Bush, sigue concediendo licencias de centrales térmicas de carbón y bloquea (junto a otros países como China) esfuerzos internacionales como el protocolo de Kioto para combatir el calentamiento global.

Esta propuesta de Ley llega cuando la Unión Europea parece decantarse por la energía nuclear facilitando sus licencias y financiación como fórmula para combatir el cambio climático y garantizar el suministro de energía.

Otro tipo de energía, limpio de emisión de gases de efecto invernadero pero polémica y controvertida por los peligros de radiaciones y por la gestión de los residuos. Por cierto, ayer mismo Ucrania conmemoró el 22º aniversario del desastre de Chernobyl, el peor accidente nuclear de la historia.

vINQulos
elNuevoHerald