Las descargas de pago han sido durante mucho tiempo la principal forma en que el público ha consumido música. Sin ir más lejos, en 2012 en el mercado estadounidense las descargas superaron al volumen de ventas físicas, pero ya han entrado en declive.
Así lo demuestran nuevos datos que ponen de manifiesto que un sello discográfico ahora gana más a través del streaming que por las descargas de pago.
Por primera vez Warner Music Group ha anunciado que sus ingresos de streaming son mayores que los de las descargas digitales. El CEO, Stephen Cooper, ha afirmado que “este nivel de crecimiento ha dejado muy claro que en los próximos años el streaming será la forma generalizada de disfrutar de la música”, tal y como recoge Re / code.
“Continuaremos colaborando con nuestros socios de streaming para expandir sus negocios y, lo más importante, para asegurar que los derechos de autor de propietarios, artistas y compositores reciben el valor adecuado”, ha especificado Cooper.
Sin embargo, este cambio hacia la música libre deja un sabor amargo en muchos artistas que sienten que el modelo de beneficios por publicidad en los servicios de streaming gratuitos no valora adecuadamente su trabajo.
Tal ha sido el caso de la cantante Taylor Swift y su disputa pública con Spotify.
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