La Comisión de Vigilancia de Valores y Cambios (SESC) de Japón ha solicitado a la Agencia de Servicios Financieros (FSA) del país asiático que imponga a Toshiba una sanción de 7.370 millones de yenes, cantidad equivalente a los 54 millones de euros.
La multa sería una consecuencia de las irregularidades contables que encontró la compañía en algunas de sus filiales y salieron a la luz el pasado mes de mayo.
Ahora la FSA debe dar el visto bueno a la sanción propuesta por la SESC, que de hacerse efectiva sería la mayor impuesta en Japón hasta la fecha, apuntan en Bloomberg.
Por otra parte, también se ha sabido que el regulador financiero baraja la posibilidad de llevar a cabo iniciar acciones legales contra Toshiba.
Asimismo, un grupo de accionistas de la compañía nipona han presentado hoy una demanda contra la antigua cúpula directiva de Toshiba, a la que reclaman por los daños y perjuicios sufridos después de que el precio de sus acciones cayera de forma estrepitosa tras hacerse público el escándalo contable.
En concreto, se trata de cerca de medio centenar de inversores que esperan obtener una indemnización conjunta de 300 millones de yenes (2,24 millones de euros), que reclaman a tres expresidentes y dos exdirectores financieros de la empresa.
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