4 tecnologías que deberían implementar los coches para combatir la COVID-19

Gartner advierte de que “el miedo a la infección está comenzando a alejar a algunos viajeros del transporte público, poniendo un mayor énfasis en los coches privados y los servicios de movilidad compartida”.

“El miedo a la infección está comenzando a alejar a algunos viajeros del transporte público, poniendo un mayor énfasis en los coches privados y los servicios de movilidad compartida”.

Así lo advierte Pedro Pacheco, director sénior de investigación en Gartner, que añade que, incluso en estos dos últimos segmentos, “las personas quieren seguridad frente al contagio”, lo que obligaría a los fabricantes de automóviles a plantear cambios para disminuir el riesgo de infección por coronavirus entre ocupantes.

Esto pasa por la desinfección, la detección de posibles positivos y el mantenimiento del distanciamiento social.

En concreto, Gartner identifica cuatro áreas de mejora que ayudarían a combatir la COVID-19 y que permitiría a los propios fabricantes “atraer a más compradores, dado que la salud es una de las principales prioridades de todas las personas”.

Para empezar, habría que implementar tecnologías para la desinfección de la cabina y superficies de contacto frecuente. Entre las opciones que se plantean están el uso de luz ultravioleta C y la desinfección por ciclo de calor. Además, las actuales superficies de plástico y vidrio se pueden sustituir por materiales antimicrobianos.

Esto debería complementarse con la purificación del aire de la cabina mediante purificadores de aire de plasma capaces de filtrar las impurezas y combatir gérmenes. Otra idea que propone Gartner es usar filtros de aire de alta eficiencia HEPA.

En tercer lugar, las funcionalidades de coche conectado como cerraduras automáticas para las puertas y la gestión del arranque o parada del motor a través de aplicaciones móviles ayudarían a reducir los contactos. También lo haría el propio pago sin contacto, como su nombre bien indica.

Por último, entra en juego la interfaz hombre-máquina, con asistentes de voz y soluciones de inteligencia artificial emocional que faciliten las interacciones entre pasajeros y el vehículo. Gartner apuesta en este sentido por la detección temprana al reconocer síntomas visibles como la tos o la fiebre.