En muchas empresas de tecnología se preguntaban: Quizás no es necesario venir con corbata, podemos venir con camiseta, incluso con nuestros bañadores, porque muchos estaban en California, incluso con su tabla de surf. Y aquí llegamos a Google, donde tienen costumbres muy divertidas.
Hay muchas empresas de este tipo, que han tenido éxito a pesar de lo que podía parecer una manera de trabajar que podría no parecer seria. Sin embargo no sólo han tenido una oportunidad como empresa sino también un éxito arrollador, como Google.
Esto ha sido en las tecnologías, que han sido los impulsores, pero se pueden encontrar muchos ejemplos.
– ¿Qué es humor en el trabajo, sus aplicaciones concretas? El humor se puede aplicar de muchas maneras. Algunos de los beneficios que tiene… Por un lado, el humor es una de las mejores maneras de afrontar situaciones difíciles, es un método anti estrés. Ésta es una de las aplicaciones más claras. Otro asunto es el tema de la creatividad: se ha podido comprobar que después de experimentar una emoción positiva las personas son más creativas e incluso toman mejores decisiones. Hay que crear un entorno lúdico para estas situaciones.
Otra aplicación es el tema de la comunicación, el humor llama la atención, estimula la memoria y es más persuasivo. Y rompe barreras entre quien comunica y el público. Y otro ejemplo es el tema de las relaciones interpersonales: el humor une, cohesiona un grupo, y puede acercar a los clientes.
Y luego está el tema de la motivación: ir el lunes a trabajar, siempre va a ser lunes, pero siempre trabajas mejor si sabes que tienes un entorno divertido, que te permite ser tú mismo y ser espontáneo. Y eso te revierte más allá de tu sueldo.
– Hablabas de la mejora de la comunicación con los clientes, pero… ¿están ellos preparados? ¿Está preparada una Administración, que parece más gris, reaccionar bien ante una comunicación de este estilo? Sí, en mi opinión sí. Te pongo un ejemplo que viene del mundo TIC. En una reunión de ventas con mucha gente en la sala vino todo un equipo, que tuvo un problema técnico. El ordenador no funcionaba. Se quedaron en una situación de
glups… La directora de ventas tuvo un momento de iniciativa y se lanzó a improvisar. Colocó a su equipo de ventas de más bajitos a más altos, miró al público y le dijo: ‘éstas han sido nuestras ventas en los últimos años’. Ese momento de reciclar algo negativo impacta también: el humor no se trata de montar un circo, sino acercarse de forma divertida y eso gusta a todo el mundo.
Hay que hacerlo bien, claro, hay que intentarlo.
– ¿Qué es lo que empuja a las compañías a aceptar este modelo? Hay datos que dicen que esto es posible, se puede hacer y triunfar a la vez. Si es posible debería ser un objetivo, una proyección. Si podemos hacer que una empresa funcione y además disfrute con ella, hay la responsabilidad de intentarlo. Otra cosa es que no salga, pero intentar que esto mejore me parece algo importante a lo que aspirar como modelo para mejorar el futuro de las empresas y casi de la sociedad, porque en el trabajo se pasan muchas horas.