A fondo: El coche volador calienta motores

Las empresas tecnológicas no sólo trabajan en el desarrollo del vehículo autónomo. Algunas compañías ya están mostrando sus proyectos de coche volador.

Esta semana se está celebrando el Automobile Barcelona, anteriormente denominado Salón Internacional del Automóvil. Durante estos días, la Ciudad Condal se convierte en la capital mundial del motor, sirviendo de escaparate para la presentación de las novedades y proyectos de los principales fabricantes de coches.

El cambio de nombre de esta feria no es la única novedad. Este año también se presenta Connected Hub, en el que confluirán startups tecnológicas –Cabify, Blablacar, Car2Car…- y grandes corporaciones –Google-Waze, Facebook, Tesla, Oracle, IBM, Ericsson…-. En este espacio se departirá acerca del vehículo conectado, coche sin conductor, car sharing, automóvil eléctrico, calle conectada, etc. Sin embargo, no parece que nadie se atreva a hablar todavía del tema que nos ocupa: el desarrollo del coche volador.

Aunque la idea del vehículo volador parece de ciencia-ficción, más propia de películas como ‘Blade Runner’, ‘Regreso al futuro’ o ‘El quinto elemento’, por poner algunos ejemplos, quizá esté más cerca de lo que podamos pensar. De hecho, ya hay varias compañías que están trabajando para lanzar al mercado sus ingenios.

Moto voladora de Google

Google no se deja casi ningún camino por explorar y el vehículo volador no es una excepción. En este caso, se trata del Kitty Hawk Flyer. No se trata de un coche, sino una especie de moto voladora, concebida para hacer realidad el sueño del “vuelo personal”, tal y como explica la compañía de Mountain View.

El invento de Google es un air-craft totalmente eléctrico, similar a un dron gigante pero con un manillar para dirigirlo y patines para posarse sobre el agua o sobre tierra. De hecho, puede despegar desde ambas superficies, aunque la primera versión se ha diseñado específicamente para sobrevolar el agua.

La compañía indica que se lanzará antes de acabar el año y que podrá ser pilotado sin licencia. Además, asegura que se aprende a volar “en minutos”. Inicialmente, sólo se pondrá a la venta en Estados Unidos, donde su uso será legal para el vuelo en zonas sin congestión, en la categoría de ultraligeros. Y únicamente podrá usarse sobre el agua, como decíamos.

Google ha creado una lista de espera en la que los interesados pueden inscribirse –previo pago de 100 dólares- y asistir a eventos y pruebas en simuladores de vuelo. Además, se beneficiarán de un ahorro de 2.000 dólares en el precio final del vehículo.

Por otro lado, cabe recordar que Larry Page, cofundador de Google, también está detrás de Zee.Aero, que ha fichado a destacados ingenieros de la NASA o Boeing e investiga en el desarrollo de un avión eléctrico con aterrizaje y despegue en vertical

Taxi volador de Uber

El proyecto de Uber necesitará algo más de tiempo para ver la luz, ya que la presentación de Uber Elevate está prevista para 2020. Y se trata de una idea mucho más rompedora e innovadora.

Más que un coche volador, la propuesta de Uber es un miniavión eléctrico que prestaría servicios de taxi. La compañía todavía tiene que resolver algunos problemas, tales como los puntos de recarga de sus vehículos y los lugares de aterrizaje y despegue, que será en vertical, con el fin de reducir el espacio necesario para realizar dichas maniobras. Uber ya está negociando con algunas ciudades y compañías de carga eléctrica para resolver estos asuntos y encontrar emplazamientos para sus Vertiports’.

Además, la empresa se ha asociado con otras cinco compañías para el desarrollo de sus prototipos: Embraer, Pipistrel Aircraft, Mooney, Bell Helicopter y Aurora Flight Sciences. Ésta última también está trabajando en un proyecto que ya está en una fase bastante avanzada, pues parte de un modelo que usa el ejército estadounidense. Su vehículo tendría capacidad para 4-8 personas.

Los usuarios de Uber pronto tendrán en su app la opción Uber Flight. Y la compañía espera presentar su taxi volador en Dallas y Dubái, en apenas tres años.

Concepto modular de Airbus

Este gigante de la aeronáutica también tiene ideas interesantes en este ámbito. Airbus considera que este tipo de soluciones podrían empezar a verse en las grandes ciudades dentro de siete o diez años, como solución a los problemas de circulación que se experimentará en los grandes núcleos urbanos por el incremento de la población. Así, la compañía indica que los estudios adelantan que en 2030 habrá en el mundo 41 megaciudades con más de 10 millones de habitantes. Y las ciudades albergarán a 5.000 millones de personas.

Una de sus iniciativas para resolver este problema se concreta en el proyecto Pop.Up, una mezcla de coche volador y convencional, destinado a prestar servicios de taxi. Se trata de un vehículo eléctrico sin conductor o piloto, con una cabina que permite alojar a dos pasajeros y a la que se pueden acoplar tanto un kit de ruedas como un módulo de rotores, dependiendo del uso que se desee hacer del coche.

Otra propuesta es el proyecto Vahana. También se trata de un taxi volador eléctrico autopilotado, capaz de llevar una persona o realizar tareas de transporte de mercancía. Parte de un modelo de convertiplano, una aeronave cuyas alas rotan para permitir el aterrizaje o despegue en vertical. La compañía hará las primeras pruebas a mediados de este año, realizando un servicio de entrega de paquetes en el campus de la Universidad Nacional de Singapur. Aunque suene parecido a las iniciativas de Amazon, Airbus no se plantea entrar en el transporte de mercancías, sino que contempla estos envíos como trabajos experimentales.

CityHawk, el proyecto más futurista

Puede sea lo que más se aproxime a la idea que tenemos en la cabeza cuando pensamos en un coche volador. En lugar de ser un miniavión con alas o un dron gigante con rotores, CityHawk presenta un diseño compacto, sin mostrar exteriormente este tipo de elementos.

El vehículo,proyectado por Skyways, perteneciente a Urban Aeronautics, despega y aterriza en vertical y se desplaza mediante a unas palas de rotor internas, gracias a la tecnología Fancraft, desarrollada por esta compañía. Carecer de alas y rotores externos facilitaría su desplazamiento en zonas urbanas.  Otro aspecto diferencial es que se prevé que funcione utilizando hidrógeno líquido, aunque las primeras pruebas se realizarán con combustible de aviones. Tendrá capacidad para cuatro personas y se espera que llegue en 2022. Aunque la idea es que se trate de un vehículo autónomo, los primeros test se realizarán con un piloto.

PAL-V Liberty, el primero en llegar

Es una de las iniciativas más avanzadas en su desarrollo. El proyecto de la compañía holandesa PAL-V se concreta en una especie de triciclo que combina dos sistemas de propulsión basados en rotores. Uno serviría para conducir en tierra, mientras que el otro permitiría volar. Cuando circula por tierra, su hélice se oculta, desplegándose automáticamente al pasar al modo de vuelo.

Los interesados ya pueden realizar reservas y los primeros modelos llegarán a finales de 2018. La compañía asegura que este coche volador cumple con los estándares europeos y estadounidense para ir por carretera y volar y cuenta con todos los permisos oportunos. Saldrá en dos versiones, con un precio de 299.000 ó 499.000 euros, dependiendo de si se trata de una versión estándar o premium.