AWS democratiza la computación cuántica

La computación cuántica resuelve problemas que incluso los ordenadores más rápidos y potentes del planeta son incapaces de resolver.

El mundo cuántico es aquel donde las leyes de la Física que conocemos funcionan de manera diferente por tratarse del nivel más reducido de los elementos que conforman la materia. La escala inimaginablemente diminuta hace que todo funcione de otra manera. Y cuando la reducción de los componentes comienza a ser familiar con la nanoescala en la que los actuales componentes informáticos están desarrollándose es el momento de hablar de computación cuántica.

Por el momento son sólo modelos teóricos y el progreso de la ciencia y la tecnología están muy cerca de hacer realidad una computadora cuántica. Pero lo que sí puede hacerse es emular su comportamiento, y esto es justo lo que ahora ofrece a sus clientes Amazon Web Services, la división de servicios online de la empresa fundada por Jeff Bezos.

Bienvenidos a la computadora cuántica: adiós al límite de los ceros y unos

La computadora cuántica maneja información de una forma diferente por la distinta base de la propia organización material, molecular y química de los propios procesadores, con un tremendo potencial disruptivo que va más allá de la mecánica clásica. Una disrupción que puede considerarse una oportunidad ventajosa por la reducción de costes y el tremendo avance que puede suponer para la industria informática. Y desde AWS quieren trasladar estos beneficios a las empresas que recurren a sus servicios.

Se trata de optimizar el tráfico de paquetes de datos, optimizando esos flujos de información con el objetivo de mejorar la velocidad y la potencia de cálculo, pero también la precisión en el resultado. El avance computacional que supone la computación cuántica permite acelerar exponencialmente los procesos de cálculo sobre simulaciones limitadas por la computación tradicional binaria donde existe el límite de esa opción on/off que desaparece con la computación cuántica.

Físicamente el rango cuántico explora diversas combinaciones múltiples con los q-bits (bits cuánticos, partículas mínimas de información cuántica) que amplían la posibilidades de respuesta y combinación de datos en múltiples combinaciones que incumben a la escala.

Así pueden plantearse cálculos que no obtienen como respuesta únicamente un cero o un uno como alternativa sino que pueden obtener distintos resultados con distinta probabilidad y así establecer una escala jerárquica de probabilidades de unos resultados sobre otros, de manera que se alcanza un rango de posibles resultados que tendrán más probabilidad de ser la respuesta sobre otros.

Computadoras para una nueva era

Evidentemente no es fácil fabricar equipamiento informático a gran escala capaz de ofrecer estos resultados, pero sí vivimos una etapa de transición relativa hacia ese momento, con algunos resultados prometedores recientemente alcanzados.

Se trata de los primeros pasos en ordenadores cuánticos en un estadio primitivo aún pero prometedor y que ya pueden comenzar a ofrecer soluciones a clientes exigentes que necesitan responder a cálculos complejos y que, como se ha expresado, no ofrezcan una respuesta binaria sino de múltiples resultados con porcentajes de probabilidad diferentes.

¿Cuánto necesitas? Tanto pagas

AWS ha presentado las primeras soluciones para que sus clientes puedan acceder a esta “democratización de la computación cuántica” para que los experimentos físicos de alta exigencia, más allá de la computación en la nube, puedan encontrar respuesta a sus necesidades. Y, como sucede con la computación en la Nube, los clientes puedan abonar solo los servicios que necesitan, sólo el tiempo de procesado de sus datos.

Hay tres tipos de ordenadores cuánticos virtuales que quedan integrados dentro de los servicios AWS (Amazon Web Services), accesibles a los clientes en función de sus necesidades (y de sus presupuestos).

En cuanto a la seguridad, desde AWS recuerdan que para ellos no hay nada más valioso que los datos de sus clientes, por lo que emplean los protocolos más exigentes al respecto para asegurar la integridad de los datos manejados.

Los sistemas se basan en simuladores de ordenadores cuánticos (aún no existen materialmente los ordenadores cuánticos) de manera que con gran potencia de computación tradicional puede simularse el funcionamiento de esos ordenadores de los que dispondremos en el futuro. Así pueden alcanzarse esos resultados que hace unos años eran sólo imaginables en el campo teórico.