Después de anunciar la llegada de los Barcelona en septiembre, Acer, Asustek y Elitegroup dijeron que empezarían a distribuirlos a partir del mes siguiente, una promesa que no van a poder cumplir. Ya el mes pasado AMD señaló que la salida iba a ser más lenta de lo esperado. Un representante de la compañía declinó hacer ningún comentario sobre una nueva fecha de suministro.
Este retraso puede ser crucial para Intel, que espera hacerse con un mercado, el de los procesadores para servidores, mucho más lucrativo que el de los chips para ordenadores personales.
Las empresas taiwanesas, que ensamblan buena parte de los ordenadores que hay en el mundo, dicen que este retraso está teniendo un pésimo efecto sobre las ventas. “Tenemos a la gente esperando por los procesadores”, señaló Robin Yin, representante de marketing de Asustek. No quiso decir qué clientes son los que se han visto afectados, pero podrían ser HP o Dell, porque los dos anunciaron que querían introducir los chips de AMD en sus servidores.
Alex Wu, director de producto de Elitegroup, dice que Barcelona estará disponible este mes o en diciembre.
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