En diciembre Apple comenzó a comercializar el iPhone 5 en Brasil, pero solo una semana después un fabricante local conocido como IGB Electronica (o Gradiente) lanzaba un teléfono denominado IPHONE Neo One.
La empresa carioca afirmaba que estaba en su derecho de usar el término por haberlo registrado en el año 2000, seis años antes de la solicitud de los Cupertino, y que tomaría medidas para que las dos marcas no pudieran coexistir en el mercado.
La última palabra sobre este conflicto la tiene el Instituto de Propiedad Intelectual brasileño, pero todo apunta a que el organismo regulador se pondrá del lado de Gradiente e impedirá a Apple el uso del nombre “iPhone”. El próximo 13 de febrero podría ser una fecha decisiva, ya que se espera que el instituto dé su veredicto. Así al menos lo asegura una fuente que se ha puesto en contacto con Reuters.
El tema no es baladí. Brasil cuenta con el mayor mercado móvil de Latinoamérica, con más de 260 millones de usuarios y un crecimiento espectacular. Apple, además, se había planteado comenzar a abrir sus primeras Apple Stores en el país.
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