Las autoridades le habían pedido a Google que dejara de recopilar los datos de las conexiones abiertas de los usuarios mediante Street View ya en 2010. La compañía dejó de hacerlo, pero la información, según el Comisionado de Privacidad australiano, no ha sido borrada.
Al menos no en su totalidad, señalan. Sin embargo, Google afirma que todos los datos han sido borrados.
Ante esto, el organismo australiano ha solicitado a la compañía que demuestre que los datos han sido borrados en su totalidad, y le ha recordado que es un delito apropiarse de determinada información durante más de tres años.
Australia no es el único país que ha abierto procesos legales contra Google en este sentido. Tras Estados Unidos, Reino Unido reabrió el caso el pasado mes de junio, y otros países como Bélgica también han liderado procesos contra la obtención de datos a partir de redes no seguras por parte de Street View.
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