Y puede que veamos una aplicación práctica de este descubrimiento muy pronto, ya que sus descubridores ya han licenciado el descubrimiento al fabricante de baterías japonés Toda Kogyo, que dispone de capacidad para fabricar 30 millones de baterías al año.
Los materiales empleados forman parte de la nueva generación de esa rama específica de la química de electrodos de Ión-Litio que está tratando de solventar las limitaciones tradicionales de esta tecnología. Hay soluciones como el fosfato de Litio-Hierro que parece ofrecer mucha más seguridad y durabilidad, pero que disminuye la capacidad. Sin embargo el material descubierto por los científicos de Argonne mejora tanto esa seguridad frente a los riesgos de las “baterías explosivas”, y además incrementa su capacidad en un 30%, una cifra importantísima.
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