Bernardo Lorenzo propone una revisión en profundidad del mercado telco

Bernardo Lorenzo regresa al XXV Encuentro de las Telecomunicaciones como presidente de la CMT, después de que el año pasado asistiera como Secretario de Estados de Telecomunicaciones, con un discurso en el que ha desvelado una serie de retos que, a su entender, debe enfrentrar el regulador en el próximo año.

Para Lorenzo tras 23 años de plena liberalización de las telecomunicaciones, “el sector ha evolucionado de manera significativa, no sólo a nivel de competencia, sino de innovación”. El sector de las telecomunicaciones ha evolucionado con algunos altibajos, ya que mientras que se ha incrementado la penetración de la banda ancha o de los servicios móviles, la facturación en 2010 cayó hasta los 40.000 millones de euros si se compara  con los 44.000 millones de euros de 2008, pero ha sido mayor si se compara con los 31.100 millones de euros de 2002. También se ha ganado en productividad, aunque el empleo se ha reducido, desde los 94.000 puestos de trabajo de 2002, a los 78.000 en 2010.

Asegurando que la CMT debe “velar por la competencia efectiva y la diversidad de ofertas”, Lorenzo ha planteado una serie de retos a los que tendrá que enfrentarse la CMT en el próximo año, afirmando además que no son retos que plantea el consejo del regulador, sino algo que propone “a título personal”.

Inicialmente la CMT deberá definir los mercados susceptibles de regulación, analizarlos e identificar si hay competencia efectiva y, finalmente, realizar los cambios propuestos. En general se contempla dejar el mercado como está o realizar cambios, sin que haya querido profundizar hasta que se inicien mayores análisis.

Decidir sobre una posible segmentación geográfica de los mercados; estudiar la asimetría de la  terminación de telefonía fijo/móvil; la cuota de abono de Telefónica; ampliar la relación del regulador con los usuarios de los servicios para evaluar la calidad de los mismos; puesta en práctica del derecho del usuario de cambiar de operador manteniendo su número en el plazo de un día; revisar la metodología para establecer el mercado universal.

Las decisiones regulatorias que finalmente tome la CMT puede suponer el “mantenimiento, modificación o supresión de la situación actual”, ha finalizado Bernardo Lorenzo.