El objetivo principal, según la comisaria de Sociedad de Información, Viviane Reding, es acabar con las descargas ilegales, que “están desanimando a muchos proveedores de contenidos a poner sus productos en Internet”.
La Comisión espera que el mercado europeo de contenidos digitales se multiplique por cuatro, desde los 1.800 millones de euros en 2005 a los 8.300 millones de euros en 2010.
En el comunicado enviado por Reding, se asegura que la Comisión va a contar en todo momento con las opiniones de las asociaciones de consumidores, que representan a 500 millones de posibles usuarios de esta industria.
La normativa que se plantea se centraría en solucionar cuatro problemas: la poca confianza que tienen los creadores de contenidos para ponerlos en la Web; la falta de licencias de copyright comunitarias; la interoperabilidad de los sistemas DRMs; y la piratería.
Parece que Bruselas sigue sin darse cuenta de hacia dónde camina este mercado.
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