Aunque a Samsung no le va nada mal con su actual estrategia de diseño en materia de smartphones y ya ha conseguido convertir al Galaxy S4 en todo un superventas y asombrar a los usuarios con un híbrido a medio camino entre el teléfono y la cámara de fotos, parece que se avecinan cambios.
Esto es, el Galaxy S5 cuyo lanzamiento está previsto para el año que viene se pasará al aluminio, siguiendo la estela de rivales como HTC o por supuesto la todopoderosa Apple, que también están sacando al mercado dispositivos fabricados con materiales metálicos o incluso diseños unibody hechos a base de vidrio súper resistente.
Y el Galaxy S5 no será el único. La intención de Samsung es implementar su nueva filosofía de diseño en todos sus gadgets de gama alta a partir de ahora, consciente de que algunos usuarios se inclinan por uno u otro modelo únicamente por su belleza externa o la calidad de los materiales empleados.
El cambio, eso sí, traerá algunos inconvenientes aparejados, como es el hecho de que ya no se podrá añadir entre las especificaciones una batería extraíble. Pero parece que Samsung ha puesto todos los pros y los contras sobre la balanza y ha concluido que es hora de apostar por ciertos avances en el terreno móvil.
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