Día negro para Microsoft

La multa impuesta por la Unión Europea a Microsoft por actividades
anticompetitivas desarrolladas en algunos de sus sistemas operativos.

Tras la conclusión infructuosa de las negociaciones la previsible multa

ha llegado. La cifra que la firma debe abonar es escandalosa, aunque el

grado de penetración de los productos de Microsoft en la sociedad es

también escandaloso, y por lo tanto se acerca más a ser proporcional que

injustificado.

Esta vez la regulación europea ha sido la que ha

salido en defensa de los usuarios. Más mecanismos defensa son

necesarios, ya que el usuario se enfrenta, mayoritariamente, a productos

sobre los que desconoce los cánones mínimos de calidad o qué puede

implicar el uso o la inclusión de determinados códigos en la compra.

El día nefasto para Microsoft, que recurrirá el dictamen, se alargará algún

tiempo, pero el fallo en favor del consumidor abre un horizonte de

esperanza en la mejora de los productos de software.