La decisión de Steve Ballmer de aferrarse a un puesto en la junta de Microsoft después de abandonar su título como CEO de la compañía durante 14 años suscitó la polémica entre algunos candidatos al puesto y los analistas.
Un mes después de que Ballmer haya salido del cargo, el ejecutivo ha declarado en una entrevista que no está seguro de cuánto tiempo permanecerá en la junta directiva, como recoge The Wall Street Journal.
Tras 33 años trabajando en Microsoft, el directivo ha explicado que tiene por primera vez “la oportunidad de pensar realmente qué es lo próximo que quiere hacer”. Si a corto plazo se produce su salida, será un cambio sorprendente para un hombre que en muchas ocasiones se ha dirigido a Microsoft como si de un “hijo” se tratase.
Con la llegada de Satya Nadella como nuevo CEO se ha configurando un nuevo consejo directivo que ya tiene en sus filas a 11 miembros, entre los que se incluyen los propios Gates y Ballmer.
Sin embargo, una de las incorporaciones más sonadas ha sido la de Mason Morfit, presidente del grupo inversor Venture Capital, tras meses de presión por parte de la entidad para tener un puesto en la junta.
En la entrevista, Ballmer ha elogiado los primeros pasos de Nadella. En sus comienzos el nuevo CEO ha tomado de su predecesor el consejo de que “no debe compararse con los anteriores directores y que si está haciendo un buen trabajo, lo sabrá sin necesidad de preguntar”.
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