La fecha del registro de esta patente sobre baterías curvas es del 28 de octubre de 2011, lo que entre otras cosas nos informa de que en Cupertino llevan bastante tiempo trabajando sobre este diseño que podría alterar todo lo que hasta ahora dábamos por sentado en el diseño de dispositivos electrónicos que ya no pasaría necesariamente por la tradicional forma rectangular y rectilínea.
La patente se refiere al propio proceso de fabricación de la batería que adaptaría las capas que la forman al diseño del dispositivo destinado a acogerla. Sería un proceso que podría durar horas pero cuyo resultado serían baterías completamente adaptadas a las curvas del dispositivo, con toda la libertad que esto supone a la hora de crear, por ejemplo, el supuesto reloj inteligente iWatch, que podría llevar las baterías en la propia correa.
El aprovechamiento al máximo del espacio interior de los dispositivos y la posibilidad de ofrecer diseños hasta ahora impensables queda abierta con esta tecnología que con toda probabilidad abre la puerta a una futura generación de móviles, tablets, gafas, relojes y demás objetos inteligentes donde la curva no será un impedimento ni una limitación.
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