El error de confiar más en el instinto que en los datos para tomar decisiones

Un 94 % de los empleados españoles se siente apabullado por el exceso de información existente.

La era digital es la era de los datos. La actividad empresarial, igual que la particular de cada usuario, no deja de generar información que hay que aprender a gestionar.

En este entorno del Big Data, los españoles reconocen sentirse apabullados a la hora de tomar decisiones de negocio cruciales.

Aunque un 91 % de los empleados cree disponer de los datos necesarios para realizar su trabajo, únicamente el 6 % confiesa no sentirse nunca abrumado ante la cantidad de información manejada. El otro 94 % sí lo está.

Así lo desvela el estudio de “The State of Growth Part 2: Toma de decisiones con confianza para el crecimiento de la empresa” de Oracle NetSuite.

La mitad de los consultados confiesa que los datos a los que tiene acceso no son siempre significativos. Y un cercano 47 % tiene datos pero no es capaz de analizarlos adecuadamente.

“Las empresas en España han trabajado incansablemente para retomar su plan de recuperación y crecimiento. Sin embargo, algunas han tenido dificultades y, en este sentido, es evidente que las empresas que reconocen tener una relación difícil con los datos son también las menos optimistas y las que tienen menos expectativas de crecimiento”, comenta Alberto Lozano, director de ventas en España de Oracle NetSuite.

“Con los retos y las oportunidades que aún se vislumbran en el horizonte”, añade, “las empresas que den prioridad a la toma de decisiones objetiva y basada en datos y que proporcionen información relevante y digerible a sus empleados, serán las mejor posicionadas para prosperar”.

Ya hay empresas que planean recurrir a la inteligencia artificial y al poder de las máquinas para mejorar el proceso de toma de decisiones durante el próximo año.

Esto es una solución a la situación actual, en la que las decisiones basadas en la intuición están aumentando y perjudicando los resultados finales. Una cuarta parte de los trabajadores atestigua que su compañía confía más en el instinto que en los datos.