La física nos dice que basta con mantener una velocidad adecuada para que la fuerza centrífuga haga permanecer al vehículo con las ruedas sobre la plataforma en espiral y terminaremos saliendo des este rizo.
Pero hay que tenerlos bien puestos para afrontar el reto de efectuar un giro de 360º y no terminar con el techo del coche como sombrero. Ese era el reto que se ha propuesto (y ha conseguido superar) este especialista británico a bordo de uno de los utilitarios más pequeños del mercado, el Fiat 500.
Habría que ver si se atreve a repetirlo subido en un Hummer. ─Antonio Rentero [Autoblog UK]
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