El sistema utiliza la adición de termoplástico, pero en lugar de usar un extrusor y cabezal caliente movidos por motores con un sistema computerizado, 3Doodler es un sistema manual en el que nosotros controlamos el lápiz.
Esto consigue que sea mucho más fácil, rápido e intuitivo de usar, aunque los resultados no suelen ser tan perfectos ni simétricos, por lo que para crear piezas no es una opción mejor que una impresora 3D.
Pues bien, al contar ya 3Doodler con todo lo necesario para actuar como el conjunto de extrusor y cabezal de una impresora 3D, sus creadores han creado un soporte especial para el lápiz, que permite usarlo con una máquina CNC. Además del soporte cuenta con dos conectores que permiten accionar electrónicamente el movimiento del filamento.
Además, para hacerlo más seguro han incluido una funda de silicona para la punta, con lo que se protege nuestra piel o cualquier superficie de posibles quemaduras. Una idea genial que hace que 3Doodler sea aún mejor.
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